Perspectivas
Revista de Historia, Geografía, Arte y Cultura
ISSN: 2343-6271 / ISSN-E: 2739-0004
Licencia Creative Commons (BY-NC-SA)
Universidad nacional Experimental Rafael María Baralt
Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos en
Transformaciones Políticas y Sociales (CELAT).
http://perspectivas.unermb.web.ve/index.php/Perspectivas/index
Año 11, No. 22, julio-diciembre 2023, p. 4-8
Gestión del conocimiento como experiencia docente vivida en tiempos de pandemia
Knowledge management as a lived teaching experience in time of pandemic
García Fernández, Eglymar del Carmen *
Correo: eglymar01@gmail.com
Orcid: https://orcid.org/0009-0008-5503-6146
Universidad Pedagógica Experimental Libertador – Venezuela
DOI: https://zenodo.org/doi/10.5281/zenodo.10086211
Resumen
El presente ensayo muestra un avance de la investigación denominada: “La gestión del conocimiento: una aproximación teórica desde la perspectiva del docente en tiempos de pandemia”, la cual se centra en generar una aproximación teórica de la gestión de conocimiento desde la perspectiva del docente en tiempos de pandemia. Teóricamente se sustenta en Nonaka y Takeuchi (1995) y la fenomenología de Heidegger (2009). En tanto que el proceso de indagación se fundamenta en una investigación cualitativa con postura paradigmática interpretativa a partir del método fenomenológico hermenéutico de Heidegger, que dará respuesta en este momento del recorrido investigativo al objetivo específico 1, dirigido a: Develar la realidad de la gestión del conocimiento como experiencia vivida en tiempo de pandemia. Para ello, se contará con el aporte de 5 informantes claves todos profesionales de la docencia y la información será recabada mediante la observación participante y las notas de campo.
Palabras Clave: Conocimiento, Gestión de Conocimiento, Pandemia, Gestión de Conocimiento del Docente.
Abstract
This essay shows an advance of the research called: “Knowledge management: a theoretical approach from the teacher's perspective in times of pandemic”, which focuses on generating a theoretical approach to knowledge management from the teacher's perspective in times of pandemic. Theoretically it is based on Nonaka and Takeuchi (1995) and Heidegger's phenomenology (2009). While the inquiry process is based on a qualitative investigation with a paradigmatic interpretive stance based on Heidegger's hermeneutic phenomenological method, which will respond at this moment in the investigative journey to specific objective 1, aimed at revealing the reality of knowledge management. As an experience lived in times of pandemic. To do this, there will be the contribution of 5 key informants, all teaching professionals, and the information will be collected through participant observation and field notes.
Keywords: Knowledge, Knowledge Management, Pandemic, Teacher Knowledge Management.
Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al COVID-19 como una emergencia de salud pública global de preocupación internacional el 30 de enero de 2020, así como una pandemia el 11 de marzo de 2020 (OMS, 2020). Ciertamente, como muchos otros aspectos de la vida cotidiana el COVID-19 ha tenido un gran impacto en los estudiantes, docentes y organizaciones educativas de todo el mundo, provocó que escuelas, colegios y universidades de todo el mundo cerraran sus campus para que los estudiantes pudieran seguir las medidas de distanciamiento social para preservar la salud. Dicho esto, pasar sin problemas de un entorno de educación convencional a un aprendizaje virtual y a distancia no podría suceder de la noche a la mañana, ya que esta rápida transformación está vinculada a varios obstáculos y desafíos en este punto.
Pero como nadie sabe cuándo desaparecerá por completo esta pandemia, las instituciones educativas a nivel mundial decidieron utilizar los recursos técnicos ya disponibles para crear material de aprendizaje en línea para estudiantes de todos los campos académicos (Adnan y Anwar, 2020); Crawford, Butler, Rudolph y Glowatz, citados en Muñoz (2020). Y es que la mencionada pandemia alteró la vida de los estudiantes de diferentes maneras, dependiendo no sólo de su nivel y curso de estudio, sino también de los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que han logrado alcanzar mediante los contenidos didácticos, los cuales, además, deben adquirir durante el proceso de enseñanza aprendizaje.
En tal sentido, los que llegan al final de una fase de su educación y pasan a otra, enfrentan desafíos particulares; es decir, no podrán completar su plan de estudios y evaluación escolar de la manera presencial y en muchos casos han sido separados de su grupo social casi de la noche a la mañana. El COVID-19 es el mayor desafío al que se han enfrentado los sistemas educativos a nivel mundial. Muchos gobiernos han ordenado a las instituciones que suspendan la instrucción presencial para la mayoría de sus estudiantes, exigiéndoles que cambien, a la enseñanza en línea y la educación virtual.
Los orígenes de la gestión de conocimiento se remontan a partir de la Segunda Guerra Mundial, pero toman mayor fuerza en la década de los años 90 del paso siglo XX, esto debido, a que las organizaciones comenzaron a verse sometidas a un gran número de cambios provocados por la tecnología, la ciencia y la política, por lo que buscaban afanosamente estrategias para mejorar la producción, como recurso clave para ello.
De allí que el conocimiento ha sido estudiado desde diversos puntos de vista por numerosos autores; se encuentran por tanto, diversas acepciones de este término, como la presentada por Nonaka y Takeuchi (1995), “el conocimiento tácito es abstracto y solo puede ser comunicado mediante la participación” (p. 205), Davenport y Prusak (1998), señalan que la Gestión del Conocimiento es “el proceso sistémico de buscar, organizar, filtrar y presentarla información con el objetivo de mejorar la comprensión de las personas en un área específica de interés” (p. 50), mientras que Valhondo (2008), concibe el conocimiento como “el resultado de las relaciones interpersonales e interlaborales de los individuos al interior de una organización, apoyados en la formación y el aprendizaje que le confiere la capacidad de resolver fácilmente problemáticas cotidianas y desempeñar correctamente sus tareas” (p. 37).
Sobre la base de las consideraciones anteriores, de las cuales retomamos que el conocimiento es un conjunto de ideas y experiencias a nivel individual, grupal, organizacional y social, sobre un determinado objeto y situaciones, probadas y contextualizadas por el sujeto, los cuales se originan durante o como el resultado de la percepción, comprensión, elaboración creativa, concepción de su aplicación y transformación con fines de comunicación de la información; condicionado por el entorno histórico y social.
En ese mismo sentido, se señala que:
El conocimiento en el hombre, como proceso y producto histórico social del reflejo de la realidad, posee un carácter subjetivo y actúa como un intermediario de las relaciones del ser humano con el mundo exterior. Su principal objetivo es la obtención de un reflejo adecuado de los objetos y fenómenos de la realidad (Cañedo, 2003, p. 6).
Esto evidencia como la acción humana es la base genética originaria de la orientación histórica de las ciencias sociales, la cual como cualquier otra ciencia ha surgido del empeño del hombre por comprender todas las manifestaciones de la vida humana.
El ser humano se desarrolla en función de la relación con él otro u otros dentro de un contexto concreto al cual tiene que responder. Entonces, sin duda el conocimiento se construye solo en relación con el entorno, Fullat, (2000), se aprende resolviendo problemas reales de la cotidianidad a fin de seguir hacia adelante en la misma. (p. 275).
En la sociedad actual cargada de un vertiginoso flujo de la información, con un aumento de las posibilidades de acceso a recursos tecnológicos como medios de difusión del conocimiento, demanda mejores formas de administración de las organizaciones, donde el conocimiento representa un bien de valor fundamental para el progreso económico; a propósito de esto Pelufo y Contreras (2002) señalan: “la gestión del conocimiento es una disciplina emergente que se va afirmando con la aparición de nuevos paradigmas en los sistemas económicos nacionales e internacionales” (p. 7), quedando claro que es un área cuya génesis viene de los entornos económicos empresariales, siendo la competitividad un factor de éxito y allí el conocimiento es de alta significación.
Desde esta perspectiva, el conocimiento se convierte en un principio clave para lograr estándares de calidad en el progreso de una organización, representa un bien intangible que potencia la dinámica de perfeccionamiento en el logro de los alcances y objetivos colectivos, con base en la transferencia del saber de una generación a otra, pudiendo así elevar la calidad competitiva a través de la aplicación efectiva de estos conocimientos en la producción y suministro de bienes y servicio.
En el hecho educativo el docente conforma una de las piezas fundamentales, debido a que ostenta el rol de configurar y desarrollar de manera intencionada las acciones tendientes al lograr los aprendizajes en los estudiantes, en ello despliega sus saberes para estructurar el qué y el cómo se aprende determinado conocimiento (contenido), recreando escenarios desencadenantes de procesos cognitivos contribuyentes con el aprendiz en la adquisición de nuevos conocimientos, sin olvidar la realidad socionatural y sociocultural que enmarca el hecho educativo. Se pueden encontrar variadas concepciones en la teoría educativa, en las que se concibe la práctica docente.
De lo anterior se infiere; la labor docente en este proceso es fundamental en tanto, tiene la responsabilidad de idear y prever cada uno de los momentos del proceso de enseñanza, de tal manera de obtener efectividad en el logro de los aprendizajes, es decir, la toma de decisiones se orienta hacia toda acción con función didáctica que permita al estudiante la obtención de nuevos conocimientos. La gestión del conocimiento en educación está presente en otras obras sobre temáticas de la sociedad del conocimiento, de la sociedad del aprendizaje, o de la economía del conocimiento; también con las que abordan la educación abierta y el aprendizaje virtual.
En consecuencia, se destaca una acción del docente deliberado y las decisiones sobre la conveniencia de una estrategia didáctica u otra se obtiene de la reflexión y de la visión proyectiva del mismo docente para hallar la articulación de las actividades de manera acorde con la intención instruccional que se tiene. Desde esta representación, es ineludible considerar que la efectividad de la práctica docente está determinada por el contexto social, ambiente institucional y por aquellas premisas éticas y morales que le dan sentido a las interacciones propias del acto educativo y definen su calidad.
Como resultado de lo anterior se obtienen experiencias únicas imbricadas con el momento histórico en el que se producen, puesto que el docente integra su visión de los hechos sociales para desarrollar los contenidos en sus clases, de forma que tengan sentido práctico para los estudiantes y así lograr la utilidad social del conocimiento. Resalta el carácter práctico del hecho educativo, marcado por el perfil personal del docente y no solo por sus conocimientos.
Desarrollo
El contexto de pandemia ha obligado a los profesores a pasar a una modalidad totalmente distinta y para la cual no estaban preparados. Acostumbrados a estar en medio de las salas de clases y de tratar a sus alumnos cara a cara, han pasado al distanciamiento y a las clases virtuales de un día para otro. Todo esto se ha vivido en medio de situaciones de mucho stress y tensión. Muchos profesores han comentado lo duro que ha sido no poder tener ese contacto físico y cotidiano que llena el corazón y la vida de un profesor. También muchos se han visto sobrepasados con la presión externa de apoderados y de las mismas instituciones educativas que les ha costado entender la flexibilidad que el contexto nos exige.
En ese sentido, el docente debe cumplir condiciones establecidas (contenido, espacios, tiempos, tipo de evaluación, disciplina, aplicaciones, etcétera) que determinen qué deben aprender los estudiantes para su vida; sin tener en cuenta las capacidades y habilidades que poseen para trasmitir y mejorar. Debe buscar interrelación con los estudiantes, determinando condiciones diferentes a las vividas como estudiante, aunque desempeñaron papel importante en la construcción del conocimiento, para ser creativos e intuitivos y así desarrollar habilidades para abordar las situaciones problemáticas, en especial las complejas. Así, como elabora concepciones explícitas a partir de la reflexión y crítica; no son científicas pero son apreciaciones para entender un fenómeno, situaciones del entorno y, en particular, abordar problemas del aula.
En este contexto, el conocimiento de diferentes disciplinas, de alguna forma, mejora el quehacer docente, más si se conoce sobre la didáctica, pedagogía y psicología. Es construir un conocimiento mixto, para adquirir capacidades, establecer relaciones: las que determinan qué se enseña. La relación de conocimientos no es algo tangible, no es físico; podría considerarse una reacción química que desprende conocimientos. La didáctica utiliza y reinterpreta los conocimientos científicos y psicopedagógicos en busca de determinar pautas que ayuden al desarrollo de la temática en el aula, con miras a que los estudiantes realicen un aprendizaje significativo; es decir, debería estar presente en el saber del docente.
Ahora bien, en el contexto venezolano, el 13 de marzo de 2020, en Decreto N° 4.160, se ordena el Estado de Alarma, a fin de que el Ejecutivo Nacional adopte las medidas urgentes, efectivas y necesarias de protección y preservación de la salud de la población en medio de la pandemia por COVID-19, Rodríguez (2020). Por lo que, las autoridades venezolanas cerraron las instituciones educativas en todo el país en la fecha ya señalada. De acuerdo con las órdenes dadas por el Gobierno Nacional, la Comisión de Educación emitió directivas a las instituciones educativas para comenzar a prepararse en los modos de aprendizaje a distancia, reprogramar los exámenes en curso y ayudar a sus estudiantes en línea con regularidad ante la crisis presentada.
La educación en línea, aunque tiene sus aspectos positivos, según Torres, (2012), actualmente está llena de obstáculos y desafíos en muchos países, especialmente en Venezuela. A pesar de cierta flexibilidad y la única alternativa en este momento, continuarla sin el desarrollo de las infraestructuras de recursos físicos y humanos puede resultar ineficaz. Los problemas de conexión a la red, la posibilidad de acceso a Internet y las fallas eléctricas se han convertido en los principales retos. Toda esta problemática conlleva al surgimiento de varias incógnitas cuyas respuestas deben generarse sobre la marcha.
Con esta crisis sanitaria donde hacemos de “Cada Familia una Escuela”, son muchos los elementos que padres y docentes no han sabido asumir, es cierto que hay fallas en este proyecto de contingencia, no hay precedentes de una situación como la que vivimos, por ende, no hay modelo a seguir, la mayoría de nuestros estudiantes y los mismos docentes no cuentan con los medios adecuados para sus clases, tampoco los padres y representantes están preparados para adjudicarse ese rol pedagógico con una educación online, virtual o a distancia, sin embargo, lo importante es el aprovechamiento de este tiempo para trabajar al Ser, lo humano, la familia, valorar quiénes somos y lo que somos como personas, más allá de esos contenidos curriculares, por supuesto importantes, pero que muchos padres no tienen el dominio, conocimiento, paciencia y pedagogía para ayudar a sus hijos.
La presente investigación nace de la urgente y extrema necesidad de pensar cómo se está consolidando el conocimiento en nuestros estudiantes, es decir, cómo ellos se vienen apoderando de las competencias que deben alcanzar en cada una de sus respectivas áreas de aprendizajes. A simple vista podemos percatarnos que estamos sumergidos en un tiempo de crisis, que nos invita a repensarnos y evaluar el alcance de nuestras prácticas docentes. Esto nos llevó, a pensar en nuestro tema. Dentro del ejercicio docente se hace necesario ubicar desde qué paradigmas los docentes están configurando la consolidación del conocimiento y cómo ésta le está haciendo frente a la realidad que nos ha tocado vivir.
Lo anteriormente expuesto conlleva a preguntarse ¿Cómo conciben los docentes de Educación Primaria la gestión de conocimiento en tiempo de pandemia? ¿Cuáles es la realidad de la gestión del conocimiento como experiencia vivida en tiempo de pandemia? ¿Cómo se interpretan los sentidos y significados que refieren los docentes a las implicaciones de la pandemia en la gestión del conocimiento? ¿Cuáles son los fundamentos que permiten configurar una aproximación teórica sobre la gestión del conocimiento en la Educación Primaria? Para dar respuesta a ellas, se presentan una serie de argumentaciones que desde diferentes perspectivas las abordan y muestran las posibilidades de respuesta y de análisis para cada una de las interrogantes, tal como se describen a continuación:
Argumentación Epistemológica
Para descubrir la complejidad de la gestión de Conocimiento desde la perspectiva del docente en tiempo de pandemia, es necesario considerar las reflexiones filosóficas y epistemológicas involucradas en la resolución de los problemas en la educación primaria. En primer lugar, mostrar cómo se construye el conocimiento de la realidad bajo la guía de quien vamos a mirar el fenómeno, a develarlo y poner a luz, para que desde un punto de vista epistemológico poder comprender las competencias y estudiarla en el ámbito educativo
De allí, me ubico en la fenomenología como una autentica vía para abordar fenómenos conocidos, reales para la cual la realidad es una consecuencia de los distintos modos de actuación de la conciencia pura o trascendental (fenomenología trascendental) o interpretar los significados presentes en la conciencia del ser humano, de cómo se muestra, por sí mismo, en sí mismo, de diferentes maneras (fenomenología interpretativa o hermenéutica).
Argumentación Teórica
En correlación al tema en estudio, la gestión del conocimiento ha sido el foco de atención de una gran cantidad de investigadores en los últimos años, como la disciplina emergente que se va afirmando con la aparición de nuevos paradigmas en el sistema educativo. Luego de considerar las experiencias de estos investigadores entorno a la gestión del conocimiento, la demostración epistemológica, se procede a profundizar y reflexionar sobre las demostraciones teóricas que permitan una visión multidimensional del fenómeno formación en competencias.
El término conocimiento es confuso por definición, éste se obtiene, se desarrolla, se transmite, se compara o reemplaza en un universo que se ve afectado más por el caos que por el orden. Las personas se ven condicionadas por factores endógenos y exógenos como los retos, actitudes, expectativas, reconocimiento y equidad, que influyen de manera determinante en su evolución. Davenport y Prusak (2001), define “el conocimiento como una mezcla fluida de experiencia estructurada, valores, información contextual y perspicacia de expertos que proporciona un marco para evaluar e incorporar nuevas experiencias e información” (p. 6). Se origina y se aplica en la mente de los conocedores y a menudo se encuentra inmersa en las organizaciones, no sólo en los documentos o depósitos, sino también en las rutinas organizativas, procesos, prácticas y normas.
Esta definición demuestra el carácter complejo del conocimiento, este no es puro o simple, sino que representa la integración de varios elementos. Su carácter intuitivo lo hace difícil de capturar o entender sólo con palabras, el conocimiento reside en las personas y forma parte de la complejidad humana, puede estar presente tanto en procesos como en acciones
El acto de conocer está enmarcado en diversas acciones: saber, entender, ver, pensar, comprender, conocer, percibir; que se encuentran asociadas a la relación con un objeto, persona o idea. Valhondo (2008), esboza el conocimiento como:
1. Un acto personal, ya que representa un evento o acción de una persona, produciendo en su interior. El conocimiento no se produce solo, debe haber una realidad a conocer y un sujeto cognoscente.
2. Una relación con la realidad, ya que como se señala anteriormente está sujeto a la relación que se planta entre el cognoscente y el conocido.
3. Un acto psíquico, porque en gran parte, el conocimiento se encuentra asociado a muchas actividades sensoriales y del sistema nervioso, observándose que en la actualidad es más común la presencia de actos cognitivos sujetos a eventos neurológicos.
4. Un acto inmaterial, el acto cognitivo es un proceso que se desarrolla en el interior del cognoscente y se externaliza en las habilidades y destrezas que nos permiten aplicar este conocimiento.
5. Un acto intencional, ya que el proceso de conocer, incluye una relación transcendente al mundo o a la realidad conocida, la relación intencional es inmediata y esencial para que pueda darse un conocimiento.
Estos planteamientos, proyectan al conocimiento como un valor personal, que se asimila como resultado de vivencias, de nuestro propio hacer, bien sea físico o intelectual, se va incorporando en nuestra rutina de manera articulada para generar nuevas experiencias. El conocimiento tiende a ser un activo que se desarrolla con tiempo y esfuerzo, representa una base sólida sobre la cual se desarrollan las ventajas competitivas de una organización.
El conocimiento no es algo estático, es un proceso interno y humano donde los contextos se delimitan e interpretan continuamente en un ciclo que transita entre el compartir, significar y transmitir, volviendo una y otra vez a su punto de origen para seguir enriqueciéndose continuamente.
Bajo esta premisa, se distinguen dos tipos de conocimientos, Barceló (2001), haciendo referencia a los planteamientos de Nonaka, señala que el conocimiento puede ser tácito o explícito. El conocimiento tácito, es lo más cercano al talento de las personas; está constituido por los hábitos, costumbres, experiencias, sensaciones y creencias, que de manera personal residen en cada uno de nosotros. Por su parte el conocimiento explicito, se compone básicamente de conocimientos técnicos, más que de habilidades o actitudes; es aquel que ha sido procesado o codificado, por lo general, este tipo de conocimiento podemos encontrarlos en los libros, o cualquier tipo de documento o material referencial. Este, puede ser transmitido y compartido fácilmente entre las personas dentro de una organización.
El ciclo del conocimiento representa el proceso de interacción entre el conocimiento tácito y explicito con una naturaleza dinámica y continúa que constituye un espiral de transformación permanente. Refleja cómo el conocimiento es producido e integrado en los sistemas sociales humanos.
Barceló (ob. cit), señala que el conocimiento surge a partir de un proceso interactivo y dinámico entre el conocimiento tácito y explicito, citando el proceso SECI denominado por Nonaka y Takeuchi (1995); el cual se refiere a los modos de conversión de conocimiento, a través de un modelo de generación de conocimiento conformado por dos espirales de contenido epistemológico y ontológico. Se constituye en una espiral permanente de transformación ontológica interna de conocimiento.
El avance del conocimiento se produce en la medida en que hay interacción comunitaria, sin limitarse por fronteras sociales, organizativas y sectoriales. Este modelo propone que las compañías intensivas en conocimiento facilitan de forma consciente una interrelación entre las formas de conocimiento tácito y explícito. Para que el conocimiento tácito pueda ser rentabilizado al máximo, es necesario que se substraiga del contexto de origen y se formalice.
El Gráfico 1 ilustra el planteamiento de Barceló (ob. cit.), quien señala que el ciclo del conocimiento representa un flujo de éste en una espiral, que asocia los elementos básicos: creación o generación y distribución o afianzamiento del conocimiento. Este proceso circular finito, no solo se limita a la organización, sino que además se posiciona en el interior de las personas, para generar un crecimiento individual y grupal.
Gráfico 1
El ciclo del conocimiento
Nota: Adaptado de Barceló (ob. cit.).
El conocimiento informal siempre ha estado presente en las organizaciones, sin embargo, a través de una mejor comunicación, se pueden conocer las amenazas, oportunidades, debilidades y fortalezas, para tomar las acciones correctivas en función de mejorar. Se trata de aprovechar adecuadamente los activos intangibles, así partir del conocimiento tácito de las personas que conforman la organización para movilizarlos en función de crear un conocimiento organizativo.
El ciclo está compuesto por un círculo pequeño que representa la creación del conocimiento, a través de la relación con individuos, grupos o en las rutinas organizativas. Bajo estos escenarios se produce la captura del conocimiento, para que este sea integrado en nuestros repositorios de información, para que posteriormente se le dé el uso conveniente. En este punto se genera un proceso de organización que mejora la manera en que puede ser recuperado y compartido el conocimiento en situaciones específicas, representa la última parte de este círculo y propicia la conexión con el segundo círculo.
El círculo más grande, representa la fase donde se accede al conocimiento, por una parte, el conocimiento que existe en la organización con el cual identificamos porque también se posee. Posteriormente, hay un proceso de reflexión, que según Barceló (ob. cit), se genera a partir del conocimiento propio y la experiencia para analizar lo aprendido, de manera que se facilite el proceso creativo para generar la innovación en los procesos a los cuales es aplicable. Finalmente, este conocimiento se refleja con una aplicación del mismo, o la generación de uno nuevo para cerrar el ciclo y que éste se inicie nuevamente, de manera sucesiva.
Por tanto, puede definirse a la teoría del conocimiento como la teoría del pensamiento verdadero, a diferencia de la lógica que sería la teoría del pensamiento. Por tanto, puede definirse a la teoría del conocimiento como la teoría del pensamiento verdadero, a diferencia de la lógica que sería la teoría del pensamiento correcto. En el fenómeno del conocimiento se encuentran frente a frente la conciencia y el objeto: el sujeto y el objeto. Por ende, el conocimiento puede definirse como una determinación del sujeto por el objeto.
Un conocimiento es verdadero si su contenido concuerda con el objeto mencionado. El conocimiento presenta tres elementos principales: el sujeto, la imagen y el objeto. Visto por el lado del sujeto, el fenómeno del conocimiento se acerca a la esfera psicológica; por la imagen con la lógica y por el objeto con la ontología.
Según Nonaka y Takeuchi, (ob. cit) proponen una Teoría para explicar el fenómeno de la creación de conocimiento organizacional, cuyo conocimiento lo definen como "creencia verdadera justificada" (p. 21) para reflejar el conocimiento actual en el que se enmarca la existencia del mismo. Esta creación de conocimiento organizacional se definió como "la capacidad de una organización en su conjunto para crear nuevos conocimientos, así como difundirlo en toda la organización y que queden establecidos en productos, servicios y sistemas" (p. 3).
Orientaciones metodológicas
En esta sección se parte de la postura filosófica de la investigación sustentada en la teoría existencialista de Martin Heidegger, imbricando en él un abordaje investigativo de enfoque cualitativo según Martínez (2009), desde el estilo de pensamiento epistémico intersubjetivo-vivencial Padrón (2012), coincidente con el interpretativo, con la asunción del método fenomenológico-hermenéutico según Heidegger.
Dimensiones Filosóficas
Sustentado en cinco dimensiones filosóficas que guían el conocimiento que emerge desde la propia conciencia del sujeto que vive la experiencia. Estas dimensiones o implicaciones axiológicas, ontológicas, epistemológicas, metodológicas y teleológicas correspondientes al proceso de investigación configuran la pentadimensionalidad propuesta por González (2009), como herramienta analítica para la interpretación cognoscitiva del quehacer investigativo
Dimensión Axiológica
Este enfoque subyace de un postulado bien importante como son los valores y propósitos que se persiguen con la investigación, en su aplicabilidad y relevancia en pro de la calidad educativa, por esta razón, se puede decir, que en esta investigación se está abordando una problemática actual, real y de interés social, además, como investigadora pretendo preservar la credibilidad, honestidad, originalidad, y rigurosidad, como valores importantes en cualquier proceso de investigación .
Dimensión Ontológica
Especifica cuál es la forma y la naturaleza de la realidad social. A partir de esta orientación, el enfoque de la investigación referida al estudio de la aproximación sobre la gestión del conocimiento en tiempos de pandemia en la Educación Primaria desde perspectiva del docente, se define por considerar la realidad como dinámica, global, inestable, emergente de un proceso de interacción entre sus componentes, que estudia la interrelación entre la realidad y la gestión del conocimiento dentro de un marco interactivo; sus aportes a los docentes, articulándose una vía para construir, desde el colectivo involucrado como alternativa epistémica para proponer en la realidad estudiada una teorización situada sobre la gestión del conocimiento en tiempos de pandemia en Educación Primaria, a partir de la representación del giro ontológico entre lo que se hace y se debe hacer; producto de las experiencias y expectativas.
Dimensión Epistemológica
Hace referencia al establecimiento de los criterios a través de los cuales se determina el rigor científico y los métodos propios del estudio; se gestiona una teorización articulada como alternativa para promover la gestión del conocimiento en tiempos de pandemia con base en la capacidad de aprehender los significados; se trata de pasar de un conocimiento cotidiano inmediato a un conocimiento científico, empleando el educación primaria como el accionar, en la búsqueda constante de las estructuras esenciales de los fenómenos, desde los actores que demandan acciones, mediante procesos de generación teórica así se obtiene una comprensión crítica de la realidad arrojando luces sobre el qué, cómo y quiénes de la transformación de la sociedad, así como los criterios de bondad del conocimiento a generar, teniendo en cuenta lo educativo, socioeconómico, científico, tecnológico por medio de un trabajo de conceptualización.
Dimensión Teleológica
Tiene como finalidad reflexionar donde el docente es el centro del proceso de enseñanza, al enfrentar el constructivismo para trasformar la gestión del conocimiento en tiempo de pandemia en los enfoques sociales para abordar directamente las problemáticas de los procesos complejos del hombre, la naturaleza y la cotidianidad.
Dimensión Metodológica
Se sitúan las cuestiones, referidas a las distintas vías de aproximación o formas de investigación en torno a la realidad. El enfoque seleccionado para abordar nuestra investigación es cualitativo, donde las interpretaciones y las explicaciones determinarán la construcción de teoría a partir de conjeturas amplias y universales de las que se deducen los casos particulares. El método es el fenomenológico hermenéutico como principal herramienta procedimental que permitirá aplicar un sistema de razonamientos para arrojar información objetiva sobre las teorías de la gestión del conocimiento en tiempos de pandemia desde la perspectiva del docente, atendiendo la realidad y su respectivo paradigma de gestión de conocimiento.
Consideraciones finales
El conocimiento es fundamental para el desarrollo de cada una de las sociedades. La escuela tiene la responsabilidad a cuesta de llevar a cabo las políticas emanadas por el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE), dejándose orientar por el Currículo Bolivariano, sin embargo, dichas orientaciones no están diseñadas para contrarrestar cualquier crisis, y mucho menos una sanitaria y de tanta magnitud como es la pandemia provocada por el Coronavirus Covid 19, no obstante, se han realizado un conjunto de planes para cumplir con el desarrollo y crecimiento intelectual de nuestros niños y niñas.
Sin embargo, en la actualidad la naturaleza cambiante del conocimiento y la complejidad que subyace enfoques utilizados para su resolución; esto aumenta una nueva concepción sobre las formas, métodos y procedimientos que apuntan a una mejor intervención de las situaciones que afectan a la sociedad vinculadas a diferentes y diversos factores históricos, sociales, comunicativos y cognitivos.
A fin de garantizar el compromiso y el aprendizaje de los niños, el paso a la enseñanza en línea ha requerido de una capacidad para innovar y crear sin precedentes. Algunos docentes incluso han publicado sus lecciones en línea para que todos se pudieran beneficiar; otros se ponen en contacto con sus estudiantes mediante Whatsapp y otros pasan por las casas de sus estudiantes para recoger sus trabajos y les hacen llegar correcciones y comentarios.
Los docentes han formado comunidades de intercambio de prácticas y grupos de apoyo mediante redes sociales como Whatsapp. Sin mucho apoyo pedagógico u orientación procedente de las autoridades educativas, los trabajadores de primera línea del sector de la educación están mostrando una gran capacidad y flexibilidad para adaptarse a una situación en constante evolución con el fin de conseguir que los niños y jóvenes sigan aprendiendo, preparándose, los docentes han tenido que modificar o condensar el plan de estudios, así como desde la creatividad diseñar estrategias efectivas.
Referencias
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